

Raúl Zurita
Colección Centros, 4.
ISBN: 978-84-15739-11-1
32 páginas.
17 cm. x 24 cm.
Canto a su amor desaparecido es, como dice Juan Soros, «un canto fúnebre y de lamentación del sobreviviente en el contexto de un duelo».
Un poema que se ha de leer como un mapa del dolor, y que dibuja una necrópolis de los países asediados por las torturas, las agresiones y las pérdidas. Cada país en un nicho. Países muertos.
Treinta años después de su primera edición, este poema, cuyo verso: «Todo mi amor está aquí y se ha quedado pegado a las rocas, al mar y a las montañas», encabeza el Memorial de los Detenidos Desaparecidos de Chile en Santiago de Chile, ve de nuevo la luz.
Cuando Theodor Adorno lanzó a comienzos de 1950 la polémica y recordada máxima de que después de Auschwitz escribir poesía era un acto de barbarie, quizá no previó que una parte importante de las experiencias poéticas posteriores la tomarían, no tanto como una prohibición, sino como un desafío que convenía afrontar de forma urgente, y alrededor del cual oscilaba la posibilidad de supervivencia de la poesía y de los poetas. Podría decirse que entre los poetas en lengua castellana fue el chileno Raúl Zurita quien, tal vez como ningún otro, asumió la tarea de dar respuesta a la provocación adorniana desde la misma poesía.
Franco Cagnini
Raúl Zurita (Santiago, Chile, 1950). Estudió Ingeniería Civil en la Universidad Santa María de Valparaíso.
Entre sus libros se cuentan Purgatorio (1979); Anteparaíso (1982); El paraíso está vacío (1984); Canto a su amor desaparecido (1985); El amor de Chile (1987); Canto de los ríos que se aman (1993); La Vida Nueva (1994); El día más blanco (2000);Poemas Militantes (2000); INRI (2003); Mi mejilla es el cielo estrellado (2004); Las ciudades de agua (2006); Los poemas muertos (2006); Los países muertos (2007); In Memoriam (2007); Sueños para Kurosawa (2010) y Cuadernos de guerra (2010).
En 1979 crea junto con otros artistas el grupo CADA, Colectivo de Acciones de Arte, dedicado a realizar un arte de resistencia a la dictadura militar. En 1982 trazó el poema La Vida Nueva en el cielo de Nueva York con humo lanzado por aviones; y en 1993, grabó de forma permanente, la frase “ni pena ni miedo” sobre el desierto de Atacama, Chile, que por sus dimensiones sólo puede ser leída desde las alturas. Su poema Canto a su amor desaparecido encabeza el Memorial de los Detenidos Desaparecidos de Chile. Ha recibido las becas Guggenheim y DAAD de Alemania y entre otros, el Premio Pablo Neruda (1989), el Premio Nacional de Literatura de Chile (2000) y el Premio José Lezama Lima de Cuba (2006). Libros y poemas suyos han sido traducidos a una docena de lenguas. Actualmente es Profesor de Literatura en la Universidad Diego Portales, en Chile.
Lee aquí un fragmento del libro.